Hola a todos!!!.Os dejo una entrevista hecha a Trinidad Ramos, una matrona del Hospital materno infantil de Málaga.
Os la dejo porque en la gran mayoría de las preguntas,siento que respondo yo,es exactamente lo que yo pienso y siento.Lo único en lo que diferimos es en que ella dice que empezó enfermería por vocación,y más tarde le vino la vocación de matrona.Sin embargo yo empecé la carrera de enfermería sin vocación a esta,pero por pura vocación de matrona.
Bueno,me dejo de rodeos y os dejo la interesante entrevista.
TRINI RAMOS, MATRONA DEL HOSPITAL MATERNO«El parto necesita su tiempo, igual que hacer un buen puchero»
Ha visto nacer a cientos de malagueños/Es partidaria de alumbramientos más naturales/Disfruta de su trabajo como el primer día/ Cree que las mejores parturientas son las primerizas/ Dice ser la mayor fan de Harrison FordUNA ENTREVISTA DE AMANDA SALAZAR.
«El parto necesita su tiempo, igual que hacer un buen puchero»
¿Cuánto tiempo lleva trayendo niños al mundo?
Desde hace 22 años. Empecé como matrona en el hospital de Getafe, en Madrid, y hace seis años me destinaron al hospital Materno Infantil de Málaga.
¿Lleva la cuenta de los niños a los que has visto nacer?
Al principio sí, pero ya llegó un momento en que era imposible llevar la cuenta. Han sido cientos de niños. Cada día puedo asistir tres o cuatro partos.
¿Qué siente cuando ve nacer un bebé?
Me encanta. Mi profesión es mi vida y a pesar de todos los años que han pasado disfruto de cada parto como si fuese el primero. Lo que más me satisface en el mundo es ayudar a una madre a traer a la vida a su bebé.
¿Recuerda cómo fue el primero?
Sí, yo estaba en prácticas de enfermería y me tocó el ala de obstetricia en un hospital de Madrid. Desde entonces supe que quería dedicarme a esto.
Así que descubrió su vocación un poco tarde....
Desde pequeña tuve vocación de ser enfermera porque quería ayudar a mi abuela, que tenía una úlcera en la pierna. Yo quería aprender a curarla. Lo de matrona vino algo más tarde, pero también es vocacional. Asistir un parto es como más realizada me siento. De hecho, llevo un tiempo como supervisora -lo que implica alejarte del paritorio y hacer más papeleo- y tengo 'mono' de volver a entrar en los partos.
Hasta hace 50 años, las matronas eran las propias vecinas que asistían los partos a domicilio. ¿Ha cambiado mucho?
Ha cambiado muchísimo. Las matronas eran antes las que lo hacían todo y no tenían ningún estudio, sólo la sabiduría popular que pasaba de unas mujeres a otras. Luego, los partos pasaron a los hospitales y todo cambió radicalmente, se mecanizó el proceso y las matronas quedaron relegadas a un segundo plano. Incluso era una profesión mal vista. Afortunadamente, esto ha cambiado y ahora la figura de la matrona convive con los médicos en los hospitales y ha recuperado su prestigio.
¿Es partidaria de partos más naturales?
Sí, creo que el parto está demasiado mecanizado debido a la falta de tiempo. No le damos a la madre el margen suficiente para que pueda dilatar sola porque es un proceso que puede durar más de 12 horas y no hay camas suficientes. Y los partos necesitan su tiempo, como un buen puchero, porque si no luego sale aguado. Por eso, las matronas abogamos por partos más humanizados y que los médicos se mantengan a la expectativa y sólo actúen cuando sea realmente necesario.
En los paritorios del Materno pasarán embarazadas de todas la procedencias. ¿Es muy diferente la forma de enfrentarse al parto dependiendo de su origen?
Por aquí pasan muchas inmigrantes y muchas diferencias. Las asiáticas, por ejemplo, apenas hacen ruido. Parece que no estuviesen ni siquiera dando a luz. Las marroquíes sin embargo expresan su dolor mucho más, con muchos lamentos y moviendo todo su cuerpo. También reaccionan así muchas latinoamericanas, aunque depende del país, porque las argentinas por ejemplo son muy parecidas a las españolas.
¿Las primerizas son las peores?
Desde luego son las que vienen con más miedos porque todo es desconocido y sólo tienen referencias de lo que les han contado otras mujeres o lo que han leído. Pero normalmente, debido a su inexperiencia, se dejan guiar y no dan demasiada guerra. Peores son las que ya han tenido algún parto y han tenido malas experiencias, porque saben qué es lo que no quieren y te cuestionan todo más.
¿El dolor es inevitable?
Bueno, el parto es doloroso siempre. Pero el dolor es muy subjetivo, hay mujeres que lo aguantan mejor y otras que a la menor contracción ya te están pidiendo la epidural. Pero es un dolor que merece la pena. Es increíble cómo a las madres se les olvida por completo lo que han pasado en cuanto ven a su bebé.
¿Las clases de preparación al parto ayudan realmente?
Sobre todo ayudan a mantener la calma y sí se puede controlar un poco el dolor.
¿Qué es lo primero que preguntan cuando nace el bebé?
Preguntan si viene enterito y te piden que les cuentes los deditos de manos y pies; también piden que les asegures el sexo, porque aunque ahora se hacen ecografías, siempre es una duda hasta el final.
Para ser matrona hace falta tener un poco de psicología, ¿no?
Hay que hablar mucho a los padres, llamarles por sus nombres, y preguntarles qué nombre van a poner al bebé para que confíen en ti y se sientan bien, porque al final se trata de que tengan una buena experiencia y disfruten del parto de su bebé. Hay muchas mamás que se ponen nerviosas o se ponen algo pesadas, pero debemos tener paciencia y comprender que esto es algo que te cambia la vida.
¿Cree que es importante que el niño esté con la madre desde el momento en que nace como piden algunos colectivos?
Sí, es muy importante que siga escuchando los latidos de su madre para que el paso del vientre al mundo sea menos traumático. En el Materno estamos intentando que todas las pruebas que tenemos que hacer al recién nacido se realicen siempre junto a la madre.Después de ayudar a nacer a los hijos de otros
¿cómo fue su experiencia?
He tenido dos hijas y la verdad es que por mi trabajo he sido una privilegiada. Sabía lo que quería e iba muy confiada porque sabía todo lo que iban a hacerme. Claro que dolerme me dolió también. Pero es vital que las parturientas confíen en quienes van a asistirle.
¿Los niños vienen con un pan debajo del brazo?
Bueno, ahora sí con el dinerillo que da el Gobierno. No, los niños son siempre un regalo y una alegría, aunque cambia todo en la vida de la pareja. Yo siempre les digo que lo fácil es el parto; lo difícil llega después.
¿De qué partos se acuerdas más?
De los de familiares o amigos. Aunque desgraciadamente se te quedan grabados los que salen mal. Esos días tienes que mantener la entereza para animar a los padres y no echarte a llorar con ellos.
¿Cuáles son sus hobbies fuera del paritorio?
Me gusta leer y el cine. Pero el cine en el cine, con palomitas y todo. Además soy la fan más fan de Harrison Ford. Me encanta, a pesar de que se me ha hecho viejito. También estoy estudiando Antropología a distancia. Cuanto más lo estudio más me gusta, y me ayuda a comprender más a la gente.