lunes, 29 de octubre de 2007

EL PAPEL DE LA MATRONA

Las matronas (y matrones, que cada vez hay más) desempeñan un papel fundamental a lo largo del embarazo y en el momento del parto. Son un gran apoyo para la madre y complementan el trabajo del ginecólogo.
En la sanidad pública, las matronas siguen la evolución del embarazo con consulta propia realizando un seguimiento mensual de la gestación, además de las citas con el ginecólogo.
La matrona controla el peso, toma la tensión, examina la tripa, escucha los latidos del bebé y está disponible para cualquier consulta que necesitemos hacerle, incluso, sobre higiene, hábitos del salud o alimentación. También suele ser la encargada de dar las clases de preparación al parto y a la maternidad en los centros de salud.
En cambio, en la sanidad privada el seguimiento del embarazo lo realiza sólo el ginecólogo y la matrona (también llamada partera en algunos países) aparece por primera vez en el momento del parto, cuando ha comenzado la dilatación.
Aunque si sigues tu embarazo por un médico privado pero quieres el servicio de una matrona, también puedes hacerlo a través de la sanidad pública.
Si durante el embarazo el papel de la matrona es importante, en el momento del parto lo es aún más. Su función es guiar, servir de apoyo, dar seguridad a la madre y controlar que todo vaya bien.
Es ella quien controla la dilatación y con quien practicarás lo primeros pujos una vez que estés en la sala de partos. Controlará además el estado del bebé a través de la monitorización fetal. En el caso de parto vaginal, te acompañará durante todo el período de dilatación y durante el expulsivo, cuando ya tu ginecólogo reciba al bebé.
Su función no acaba en el parto। También puedes seguir en contacto una vez que el bebé haya nacido. En el posparto controlará los puntos, examinará si el útero está volviendo a su tamaño, evacuará todas tus dudas sobre lactancia y servirá de apoyo en tus primeros días como madre.


Fuente:www.bebesymas.com

Ampliación mia: Ser matrona. ¿Qué nos mueve a serlo? Para muchas coseguir llegar a ser matrona es conseguir un sueño. ¿De dónde sale esa pasión?
Mi opinión: ser partícipe de la felicidad de una pareja cuando tiene a su bebé,no tiene precio.Porque ser madre/padre es lo más bonito de la vida. ¿Cómo no nos va a gustar ser matronas?¿Hay profesión más bonita que esa?.Ayudar a una mujer a llevar su embarazo,ese misterio,llena y realiza a la persona (estoy hablando por mí,aunque supongo que la mayoría de las matronas se sienten así).
Muchos me dicen:"eso tiene que ser un asco"....para opiniones los colores.No es su vocación.Tal vez a mi ser psicólogo me parezca...no sé...aburrido(que no me lo parece, pero es por poner un ejemplo).Es cuestión de vocación.
También hay personas que me dicen que tengo suerte,porque hoy en día es raro encontrar a alguien al que su trabajo le apasione,que se sienta realizado...y lo reconozco,yo tengo esa suerte.
Desde hace mucho tiempo sé que quiero ser matrona. Y aunque todavía no lo soy, me incluyo.
Porque ser matrona,es algo más que un trabajo...

sábado, 27 de octubre de 2007

NOTICIA DIARIO GARA

Aquí os dejo otra noticia publicada en el diario Gara:
un repaso histórico a la antropologÍa del parto

Parirás de pie, sentada o en cuclillas, no tumbada
En algunos pueblos antiguos se aconsejaba a la mujer gritar para ayudar a la expulsión del bebé en el parto; hoy, la epidural lo hace casi todo. Hasta hace unas décadas, se paría de pie, sentada o en cuclillas; hoy, por norma, tumbada. Dar a luz no está en manos de la mujer, sino de la clase médica.

Joseba VIVANCO

La Biblia nos legó que cuando Yahvé descubrió el `pecado' cometido por Adán y Eva en el Edén, como castigo, no sólo les condenó a ganarse el pan con el sudor de su frente, sino que, además, para las descendientes de aquella primogénita mujer tenía reservado un escarmiento adicional: parir con dolor. Hoy, los avances médicos han puesto al alcance de muchas mujeres la recurrida epidural, que les posilibita alumbrar sin estar sujetas al sentir de las contracciones. Anestesia, episiotomía, cesárea... El parto ha pasado de ser un acto natural a un proceso medicalizado, donde a la parturienta se la llega a tratar como si fuera una enferma.

Sin embargo, cada vez se reclama más que la mujer sea la verdadera protagonista del alumbramiento y que ese papel de siglos de historia no quede en manos del profesional médico. Hasta hace apenas doscientos años, en Europa se daba a luz de rodillas o de pie. Hoy, en los países occidentales, la postura institucionalizada es la tumbada sobre la espalda, y todo para mayor comodidad del médico.

Pero no siempre ha sido así a lo largo de la historia de la Humanidad, como lo demuestra que el 80% de las etnias de África, Sudamérica o Asia sigan trayendo a sus vástagos de pie, sentadas, en cuclillas o de rodillas. Es sabido que la posición más natural para dar a luz sigue siendo la postura vertical, dado que la gravedad favorece la dilatación del cuello del útero y permite un mejor posicionamiento de la cabeza del bebé.

En ``La especie elegida'» (Ed. Temas de Hoy, 1998), Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez aclaran que «la modificación de la arquitectura de la pelvis necesaria para hacer posible la locomoción erguida (...) es la causa principal de que existan complicaciones para dar a luz en nuestra especie». Eso, y el crecimiento progresivo de nuestro cerebro. Pero no el `pecado' de Adán y Eva. A partir de aquí, como explica José Manuel Reverte, fundador del Museo de Antropología Forense, Paleopatología y Criminalística de la Complutense de Madrid, «las ideas sobre el parto y todo lo que le rodea son tantas como grupos humanos han existido y existen».

Este veterano profesor ha recopilado algunas curiosas prácticas que distintos pueblos y civilizaciones aplicaron al parto, un acto que antropológicamente no ha sido solitario, sino que ha requerido de ayuda por parte de la parturienta. En las islas Sandwich, en Oceanía, aún sigue siendo un acontecimiento público, como en la India o en las islas Andamán, donde familiares y amigos llenan la habitación para animar a la nueva madre.

Pero si algo llama la atención en este análisis antropológico del parto son los distintos métodos que se utilizan para que el bebé salga del útero materno. Si hablamos de que hoy la postura médica es la de la mujer tumbada de espaldas, históricamente ha habido otras. De pie paren muchas mujeres en Filipinas o la India, en el África oriental, tribus indias como las hotentotes o iroquesas. En la conocida región de Darfur, las mujeres parían de pie con las piernas separadas y suspendidas de una cuerda, una postura utilizada también por otras culturas africanas.

Pero no hablamos del pasado. El parto vertical, por ejemplo, fue en 2005 admitido por el Ministerio de Sanidad de Perú, una modalidad antigua que sólo se practicaba en regiones rurales como Cusco o Ayacucho. En Ramala, una ONG imparte cursos a mujeres sobre cómo parir de pie, algo que les sucede muchas veces a la orilla de la carretera o en los propios puestos de control hebreos.

De rodillas parían en regiones de Mongolia, en Abisinia, los zulúes -facilitan una botella o caña a la mujer para que sople y haga fuerzas con el diafragma para la expulsión del feto o la placenta-, en Nueva Celedonia, tribus americanas como los kiowas. Pero también parían así las romanas, árabes... y en la Alemania medieval.

En el Antiguo Egipto utilizaban la postura de cuclillas, como las aztecas, algunos pueblos del este africano o indias norteamericanas. En las islas de Andamán la mujer pare sentada sobre las rodillas del esposo, una fórmula que ya se recoge en el libro del Génesis. También suelen hacerlo algunas tribus indias de América, en este caso sobre una partera. Hay culturas en que se pare sobre una piedra, o sobre un cojín o un taburete. Las mujeres persas lo hacían sobre dos filas de tres ladrillos, semiagachadas. En Holanda llegó a haber varones dedicados a hacer de `sillas', un oficio extendido en todo el área anglosajona. Hay autores que opinan que estas últimas formas son las antecedentes de la silla obstétrica.

Pero si una cuestión llama la atención a José Manuel Reverte ésa es la de cómo se `anima' a la parturienta para expulsar al feto. Quizá la técnica comanche sea de las más radicales. Un guerrero armado lanzaba su caballo hacia la mujer y se detenía justo en el último instante. Es la isla de Jap introducían en el cuello del útero hojas enrolladas de una planta que ayudaba a dilatarlo. En México daban a la madre medio kilo de habas frescas, crudas, creyendo que hincharían el vientre. En Argelia, para provocar las contracciones, quemaban bajo la nariz de la parturienta pelo de la región occipital de un león, provocando un olor nauseabundo; también se echaba excremento de camello en la lumbre. Otras culturas disparan sus armas en cuanto el bebé comienza a salir, esperando que el estrépito asuste a la mujer y la ayude a parir.

Más bruscos son en lugares como el norte de Finlandia o algunas tribus indias mexicanas, que sacuden a la mujer para que el niño salga. En Birmania, hay un ritual consistente en que cuando a la mujer le llega la hora, la desnudan y obligan a correr alrededor de la habitación mientras un grupo de mujeres la golpean el abdomen con almoahadas, e incluso una partera se llega a subir sobre ella para comprimirle aún más. En Astracán hacen algo parecido y sólo cuando el parto ya llega dejan acostarse a la mujer. En Siria, hay culturas que lo que hacen es mantear a la parturienta, maniobra que llevan a cabo cuatro hombres, hasta que el bebé empieza a asomar. En la India la sacudían colgada por los pies. Como se constata, de todo menos parir tumbadas.



El parto natural se mueve



Bueno,creo que por fin se está tomando conciencia sobre este tema.La mujer empieza a saber que su parto puede, y de hecho,TIENE que ser respetado....
Escribiré bastante más sobre esto en posteriores post,porque es un tema que se merece mucho más tiempo y dedicación
Un saludo.

viernes, 26 de octubre de 2007

Falta de matronas

Sanidad sólo formará en los próximos dos años a 35 matronas en Alicante pese al déficit asistencial

Una matrona atiende a un recién nacido en un hospital público. La carencia de matronas en los centros de salud y en los hospitales de la provincia no se solucionará en los próximos años. El número de enfermeras que pueden especializarse es totalmente insuficiente si se tiene en cuenta el incremento de la actividad asistencial en los centros sanitarios. Como ejemplo baste decir que en casi una década el número de partos en Alicante se ha disparado en un 47 por ciento, con un total de 18.834 nacimientos el pasado año. Mientras, las cifras de matronas apenas han mejorado.
El Ministerio de Sanidad ha ofertado para este año 553 plazas para especializarse en todo el país, de las que 35 han correspondido a la Comunitat. Ahora bien, según los datos aportados por el Sindicato de Enfermería de Alicante (Satse), en realidad todas estas plazas corresponden a hospitales de Alicante, ya que a esta provincia no se le otorgó el pasado año ningún puesto para formar a las enfermeras.

De las 35 plazas autorizadas, nueve profesionales se especializarán en el Hospital General de Alicante; ocho en el de Elche, otros tanto en Orihuela y cinco en el Hospital de San Juan y en el de Elda.

Según explicó el secretario de Estudios y de Formación del sindicato, Nicanor Aniorte, estas 35 enfermeras terminarán su formación en 2009. El problema es que, en esta ocasión, al resto de los hospitales de la Comunitat no les ha correspondido ninguna plaza (a Valencia y a Castellón se les otorgó el pasado año), a pesar a que hay acreditadas un total de 83. Sólo se cubren el 42 por ciento de las disponibles.

Aniorte denunció que esta situación está provocando un déficit de matronas que 'se va arrastrando año tras año', lo que causa graves problemas de personal en los centros de salud y en los hospitales. Y es que los gerentes se están encontrando con dificultades para poder cubrir las bajas y sustituciones. Así se ha podido comprobar durante este verano con servicios saturados y matronas atendiendo al doble de usuarias.

Por ello, los profesionales consideran necesario que el Gobierno y la Conselleria revisen las plazas de formación. Y es que desde el Ministerio se están preparando nuevas medidas para la mejora del parto natural que persiguen reducir el número de cesáreas. Las matronas formarían parte de este programa.

La noticia hace referencia a alicante,pero ni mucho menos es un caso aislado.La falta de matronas se da prácticamente en toda España,pero parece ser que no se hace nada para solucionarlo.
Este año,sin ir más lejos,hay más plazas acrediditadas que ofertadas...¿Por qué?si se sabe que hay una gran carencia de matronas...

jueves, 25 de octubre de 2007

Todo comienzo fue duro

Como digo en la parte derecha del blog,no sé muy bien porque he creado este blog...(las posibles razones también están escritas), sobre todo teniendo en cuenta que no estoy pasando por uno de mis mejores momentos,digamos...profesionales.
Situémonos: terminé la carrera de enfermería el pasado junio,con 20 años.Con todo el entusiasmo del mundo me empecé a preparar el exámen EIR, para poder acceder a la especilidad de matrona, motivo por el que he hecho enfermería.No he empezado a trabajar para dedicarme íntegramente a estudiar(tales eran mis ganas por conseguir plaza)
El caso es que hace unos días le han dado el nuevo destino a mi pareja.Nada menos que ha Fuerteventura....y mi concentración en todo lo referente al EIR ha desaparecido...sigo "estudiando" porque ya he presentado las solicitudes, pero he decidido aplazarlo...es decir,que no quiero aprobar (bueno,en realidad no lo sé), simplemente presentarme para ver como es, para tener una referencia para el año que viene que es cuando lo quiero sacar (creo).
Es algo difícil de entender,lo sé.Pero he pensado que quizá me venga bien trabajar un año de enfermera e irme preparando el EIR, de esta forma podré vivir con mi pareja hasta que consiga puntos para poder elegir otro destino. El caso es que yo quería obtener plaza este año, y en 15 días todo se ha disuelto...ya no sé ni lo que quiero.Sí,quiero ser matrona,antes o depués...pero serlo.
En fin, que dije que este blog hablaría de todo lo referente al campo de enfermería y matronería y estoy escribiendo mi vida en prosa,lo cual no creo que a nadie os interese.
Al menos,de desahogo sirve...