Fuente: http://www.público.es/
"Cada parto debería ser asistido por una matrona. Pero eso no se cumple en ningún sitio de España", asegura la presidenta de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), Natividad Astrain. Según el Consejo General de Enfermería, el colegio profesional que representa a todas las enfermeras, y por tanto a las 6.500 especializadas como matronas, falta, aproximadamente, "un 40% más de profesionales". La cifra, del director del Gabinete de Estudios del Consejo, Rafael Lletget, se traduce en un déficit de más de 2.500 enfermeras formadas en Obstetricia y Ginecología.
Astrain recuerda que la falta de matronas pone en peligro la puesta en marcha de la Estrategia para la mejora de la atención al parto normal, con la que el Ministerio de Sanidad pretende reducir el número de cesáreas y ayudar a que dar a luz sea un acto más humano y menos medicalizado.
Andalucía, que ya desarrolla una iniciativa para potenciar el parto normal, coincide en dar importancia a que haya un número suficiente de matronas. Por ello, en la Consejería de Salud destacan que "sólo desde 2005, la plantilla ha crecido en torno a un 10%".
Otras comunidades autónomas, como Baleares, reconocen la falta de enfermeras especializadas en hacer un seguimiento del embarazo y asistir los partos. Achacan el déficit al incremento de nacimientos de madres inmigrantes. En los últimos cinco años, el número de matronas que están ejerciendo ha crecido en un mayor porcentaje (un 17%) que el de nacimientos (un 11%). Pero eso no ha sido suficiente para solucionar un déficit de profesionales que arranca de hace dos décadas.
Déficit histórico
Rafael Lletget explica que en España, entre 1987 y 1992, "no se formó a ninguna matrona". Antes de 1987, las llamadas entonces comadronas se formaban de forma distinta en cada comunidad. Entonces, se decidió regular la formación específica para ser matrona, denominada académicamente enfermera especializada en Ginecología y Obstetricia. Sin embargo, la formación específica no comenzó hasta 1992, cuando se convocó por primera vez el EIR, el equivalente al MIR para enfermeras.
El Ministerio de Sanidad ha acreditado un 10% más de plazas para especializarse como matrona. En total, 454. No obstante, las comunidades autónomas, responsables de dar los cursos de formación, sólo han ofrecido 365 plazas. Según denuncia Lletget, la razón de esta diferencia se debe a que los gastos en formación corren a cuenta de las comunidades.
En la última convocatoria, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia han ofertado menos plazas de formación en sus hospitales de las que se les había acreditado, según se desprende de los datos del Ministerio de Sanidad. Donde más se nota la diferencia es en los casos de Madrid y el País Valenciano: el Ministerio les acreditó para 61 y 83 plazas, respectivamente, pero finalmente sólo han ofertado 49 y 48.
Desde el Colegio de Enfermería de Barcelona, han criticado en bastantes ocasiones el déficit de matronas que padece Catalunya, pese a ser la segunda comunidad que más plazas de formación ofrece, 74 en la última convocatoria.
La vocal de matronas del Colegio, Susana García, da una explicación: "Aunque esta cifra va en aumento, el 50% de las personas que se forman en Catalunya llega de otras comunidades y, por lo tanto, una vez acabada la especialidad, vuelven a sus lugares de origen para trabajar, dejando aquí un déficit importante".
Astrain recuerda que la falta de matronas pone en peligro la puesta en marcha de la Estrategia para la mejora de la atención al parto normal, con la que el Ministerio de Sanidad pretende reducir el número de cesáreas y ayudar a que dar a luz sea un acto más humano y menos medicalizado.
Andalucía, que ya desarrolla una iniciativa para potenciar el parto normal, coincide en dar importancia a que haya un número suficiente de matronas. Por ello, en la Consejería de Salud destacan que "sólo desde 2005, la plantilla ha crecido en torno a un 10%".
Otras comunidades autónomas, como Baleares, reconocen la falta de enfermeras especializadas en hacer un seguimiento del embarazo y asistir los partos. Achacan el déficit al incremento de nacimientos de madres inmigrantes. En los últimos cinco años, el número de matronas que están ejerciendo ha crecido en un mayor porcentaje (un 17%) que el de nacimientos (un 11%). Pero eso no ha sido suficiente para solucionar un déficit de profesionales que arranca de hace dos décadas.
Déficit histórico
Rafael Lletget explica que en España, entre 1987 y 1992, "no se formó a ninguna matrona". Antes de 1987, las llamadas entonces comadronas se formaban de forma distinta en cada comunidad. Entonces, se decidió regular la formación específica para ser matrona, denominada académicamente enfermera especializada en Ginecología y Obstetricia. Sin embargo, la formación específica no comenzó hasta 1992, cuando se convocó por primera vez el EIR, el equivalente al MIR para enfermeras.
El Ministerio de Sanidad ha acreditado un 10% más de plazas para especializarse como matrona. En total, 454. No obstante, las comunidades autónomas, responsables de dar los cursos de formación, sólo han ofrecido 365 plazas. Según denuncia Lletget, la razón de esta diferencia se debe a que los gastos en formación corren a cuenta de las comunidades.
En la última convocatoria, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia han ofertado menos plazas de formación en sus hospitales de las que se les había acreditado, según se desprende de los datos del Ministerio de Sanidad. Donde más se nota la diferencia es en los casos de Madrid y el País Valenciano: el Ministerio les acreditó para 61 y 83 plazas, respectivamente, pero finalmente sólo han ofertado 49 y 48.
Desde el Colegio de Enfermería de Barcelona, han criticado en bastantes ocasiones el déficit de matronas que padece Catalunya, pese a ser la segunda comunidad que más plazas de formación ofrece, 74 en la última convocatoria.
La vocal de matronas del Colegio, Susana García, da una explicación: "Aunque esta cifra va en aumento, el 50% de las personas que se forman en Catalunya llega de otras comunidades y, por lo tanto, una vez acabada la especialidad, vuelven a sus lugares de origen para trabajar, dejando aquí un déficit importante".